Los Centros de Interpretación de Bayyana y de la Cultura Popular, te proponen un recorrido para conocer el núcleo originario de la Ciudad de Almería y los usos, costumbres, personajes e hitos más importantes de su historia.

Estos Centros de Interpretación nos evocan elementos universales de nuestra memoria colectiva. También sentir la presencia de objetos recientes que rinden homenaje a nuestros familiares.
A lo largo de su visita deseamos que se comprenda la relación de la formación de la República independiente de marinos y ciudad de Bayyana como lugar de encuentro cultural que se nutrió de sus propias raíces, pero sólo se desarrolló en contacto con las demás culturas del Mediterráneo. Estos intercambios dieron lugar a su mestizaje cultural e influyeron en otros pueblos.
Centro de interpretación

Si a las culturas les ocurre lo mismo que a las personas, que sólo existen en relación con las demás, con su participación, queremos que conozcas ejemplos del diálogo y acercamiento entre culturas que se han producido a lo largo de la historia y que configuran las señas de identidad de cada pueblo.
El fin de la interpretación es dejar en el visitante un entendimiento de por qué y en qué sentido es importante este lugar y los objetos que se exponen y desvelar, a lo largo de la visita, la conexión que se puede establecer, en la actualidad, con lugares o manifestaciones culturales declarados, por la UNESCO, como patrimonio de la Humanidad.
Pechina: Origen de Almería
Bayyana, origen de Almería.
Bayyana, origen de Almería.
Hacia el año 955, Abderramán Tercero manda construir la Alcazaba de Almería y establece en ella la flota califal, convirtiéndola en la capital del acora.
Las gentes de Bayyana marcharon poco a poco hacia la nueva Medina Almería. Lo que supuso el declive y abandono de la ciudad de Bayyana. A mediados del siglo 7.º, el Islam, una nueva religión y cultura originaria de la península arábiga, se extiende en pocos años por todo el Mediterráneo. En el año 711, los árabes alcanzan la Península Ibérica, llegando a controlar un gran territorio al que llamaron Al-Andalus, que será gobernado a lo largo de varios siglos por la dinastía omeya de Damasco.
El origen de Bayyana se remonta al mandato de Abderramán Segundo, cuando varios clanes de origen yemení enviados para defender las costas del sureste, se establecen en torno a la antigua ciudad íbero romana de Urci, que a partir de entonces será conocida como Urbs al Yaman, la urbe de los yemeníes.
La zona se convierte en un centro estratégico para el comercio entre Al-Andalus y el Mediterráneo y se crea para su defensa una red de fortalezas por todo el valle del río andaráx y torres vigías en la costa.
En el año 884 comienzan a llegar marinos y comerciantes andalusíes que se asientan junto a los yemeníes, agrupándose en Arad o Barrios, en las inmediaciones del río Andarax.
Tras superar algunos conflictos iniciales, pactan la creación de la ciudad de Viana, núcleo central del territorio proclamado en el año 891 como República Marítima de Viana. Se inicia un periodo de gran prosperidad.
Bayyana es la puerta entre Oriente y Occidente. Llega a ser la capital de la tercera Cora o distrito del Emirato de Córdoba, alcanzando su máximo esplendor la Cora de Bayyana.
Hoy, gracias a las intervenciones arqueológicas, sabemos que la ciudad de Bayyana era un núcleo urbano perfectamente organizado. Con zonas residenciales. Comerciales. Y de producción artesanal. Y situadas en las proximidades del núcleo urbano. Al menos dos. Necrópolis.
La vida familiar se desarrollaba en el interior de las casas que se articulaban en torno a un patio desde el que se accedía al resto de las dependencias. Los espacios más cuidados eran las alcobas cuyo uso cambiaba a lo largo del día.
Por lo general se cocinaba en el patio usando Anafres. Cocinas portátiles. Quizá. La construcción de las letrinas en habitaciones independientes con desagües hacia pozos negros en la calle marcan el gran avance urbanístico de la sociedad islámica.
En los alfares de Bayyana se fabricaba cerámica de todo tipo.
La introducción de una nueva técnica, el vidriado le proporcionaba un acabado final brillante. Para los objetos de lujo se utilizó también una técnica llamada de cuerda seca con minuciosos motivos decorativos.
Junto con la cerámica se elaboraban tejidos de lujo, delicados paños de seda y lino que se exportaban hasta Oriente a través de la Ruta de la Seda.
Los árabes yemeníes aportaron su sabiduría en las labores agrícolas. Introdujeron árboles como los cítricos o el granado y cultivaron plantas aromáticas. Implantaron sistemas de regadío que desviaban el caudal del río para regar los campos y captaban las aguas subterráneas mediante la construcción de galerías y norias, una explotación intensiva de la tierra que modificó para siempre el paisaje agrícola del Valle del Andarax.
Estos conocimientos han llegado hasta nosotros a través de los libros de agricultura árabes, verdaderas enciclopedias sobre los cultivos escritos por los agrónomos de la época, como el almeriense ibn Luyum.
La dedicación al culto religioso era una actividad diaria entre sus habitantes. Siendo la escuela de sufismo de Pechina. De gran prestigio en el mundo islámico.
Heredero de este glorioso pasado. El municipio de Pechina es hoy una villa actual y moderna, consciente y orgullosa del importante legado histórico que constituye en sus cimientos los restos de la civilización de Bayyana, origen de Almería.
